Uno haciendose el profesional
A la vuelta de nuestra querida Filipinas, donde en algunos sitios no teníamos ni electricidad, hicimos parada y fonda de cuatro días en Hong Kong, donde teníamos nuestro vuelo de vuelta.
Fueron días de un bochorno urbano absoluto, de estupefacción ante el derroche energético, de admiración ante la verticalidad de la ciudad, y de un aire acondicionado nuclear en cualquier tienda o restaurante.
Es además sorprendente averiguar como los Ingleses en realidad nunca se fueron de Hong Kong. Todavía siguen ahí, tomandose sus vinitos químicos a 50 o 60 € la botella por Staunton Street. La verdad es que es carillo salir por esta calle y codearse con los hijos de los hijos de los colonos Ingleses. Nosotros lo intentamos una noche y al día siguiente tuvimos agujetas en la cartera. Al principio creimos que eran turistas ( hombre y mujeres occidentales, de un color rosa langostino y con un estilo un tanto Budberryano, como sacados de la mismima Oxford Unversity), pero en cuanto entraron en sus coches de alto standing made in europe y matricula Honkonesa , como Ferraris y Porches, nos dimos cuenta que no eran de la vieja Europa.
Eran jovenes occidentales criados el la vorágine y eclosión asiática, niños y niñas de papa con coches de 400 caballos para moverse por Hong Kong, donde hay un semaforo cada 50 metros. Supongo que sus padres seguiran asistiendo a algun club social de la monarquia inglesa donde beberán whiskys de 50 años y jugarán al billar mientras hablan las stock options y del indice Nikkei.
Hong Kong es sin lugar a dudas un lugar extraño. Un lugar donde el asfalto parece recien estrenado, donde Armani tiene un centro comercial para todo, desde flores hasta bonbones. Es un lugar donde hay mucha riqueza pero no se sabe de donde sale.Un lugar donde los taxis están tirados de precio, y donde las cervezas se pagan a precio de oro. Un lugar donde al final terminarás bebiendo birras en el Seven Eleven (baratas y bien frías porcierto) y donde comprarás inevitablemente algo de ropa en algun H&M.
No sabía que fuera una ciudad tan pija y con gente tan forrada. Parece un poco agobiante la cantidad de rascacielos que hay. Hay parques en donde tumbarse en el césped y dejar de escuchar el tráfico?
ResponderEliminarCreeme, he visto a adolescentes saliendo del garage con un ferrari...para no poder pasar de por hora, el asfalto de Hong Kong es como un escalestris. En Hong Kong ( la isla ) ya hay algun parque como el Hong Kong Park, pero en cuanto echas la mirada al cielo, el hormigon y el cristal sigue hay.
ResponderEliminarEl norte de Kowloon es menos pija, y tal vez más "China"