Aunque muchos aspirantes ya hace tiempo se perfilaban como peligrosos competidores, vease la emergente Dubai, Beirut sigue manteniendo el título de la capital de la fiesta y ocio de Oriente medio. Beirut se erige como verdadero polo seductor en lo que es la región en cuestión.Así, Beirut se ha sacudido una y otra vez la conotación de territorio hostil cosechada despues una larga y violenta guerra civil así como el ultimo conflicto entre Hizbulá y el ejercito Hebreo acontecido en el 2006, y se ha puesto manos a la obra
en el bella tarea de perfeccionar la buena vida.
Hasta la estancia más fugaz será suficiente para percatarse de los altos contrastes y contradiciones que componen el universo Beirutí. En pocos metros uno puede visitar una Mezquita o ir de discoteca en discoteca en la conocida Rue Monot. Esta es la verdadera esencia de Beirut.
La ciudad es una de las más diversas de Oriente Medio, dividida entre cristianos (maronitas, ortodoxos griegos, ortodoxos armenios, católicos armenios, católicos romanos y protestantes) y musulmanes (sunníes y shiítas).
Pese ha haber sufrido enfangados conflictos en las ultimas decadas, se puede decir, que aparentemente, los Beiruties solo tienen una preocupacíon: Disfrutar de la vida.
Hasta la estancia más fugaz será suficiente para percatarse de los altos contrastes y contradiciones que componen el universo Beirutí. En pocos metros uno puede visitar una Mezquita o ir de discoteca en discoteca en la conocida Rue Monot. Esta es la verdadera esencia de Beirut.
La ciudad es una de las más diversas de Oriente Medio, dividida entre cristianos (maronitas, ortodoxos griegos, ortodoxos armenios, católicos armenios, católicos romanos y protestantes) y musulmanes (sunníes y shiítas).
Pese ha haber sufrido enfangados conflictos en las ultimas decadas, se puede decir, que aparentemente, los Beiruties solo tienen una preocupacíon: Disfrutar de la vida.
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