martes, 10 de noviembre de 2009

Estambul:No vuelvas sin...

Cae la noche sobre los eternos pescadores del puente Galata

Un paseo por el puente Galata nos permite pasar de Europa a Asia...imprescindible



Se podrían enumerar un saco de opciones indispensables a realizar por el viajero al llegar a Estambul como pegarse un paseo por el Bósforo ( tanto a pie como en barco), tomarse un té o Chay en Karakoy y cruzar el puente Galata mientras se observa atentamente a un ejército de Estambulíes pescando entre fogatas-calefacción ( si se viaja en invierno), o evidentemente recorrer la Vieja Estambul y visitar los mundialmente archiconocidos Santa Sofía, Mezquita Azul o el Gran Bazar (nunca mejor dicho). Pero llegados a este punto me gustaría dar rienda suelta a mi propia experiencia, y dar si cabe más subjetividad a este relato. Hay cosas (pequeños paraisos en mi humilde opinión) que no deberían de ser obviados por el viajero. A continuación les describo esos pequeños paraisos descubiertos fruto de la conbinación entre la espontaneidad del mismo viaje siempre acompañado con un previo análisis y preparación del mismo:



- Bar Hotel Marmara: Si el viajero está dispuesto a soltar 15 Liras Turcas (unos 7 €) por un café o una cerveza debería de considerar el ir al Hotel Mámara situado en plena plaza Taksim y subir a su imponente y acogedor bar situado en el piso 24. La vistas son de quitar el hipo. Es aquí, y probablemente no antes, donde uno se percata de la magnitud de la ciudad. Para llegar a este “pequeño paraiso” lo único que debemos hacer es acercarnos a la Plaza Taksim (más de uno no os alojareis lejos) y buscar visualmente el edificio más alto. Entramos por el Lobby del hotel Mármara y comunicamos al personal de turno que queremos acceder al bar de la azotea. Recordad que el bar abre a las 17:00 y es aconsejable estar presente sobre todo cuando está anocheciendo. No se require vestimenta elegante o especial alguna, aunque el lugar nos pueda insinuar lo contrario. De los pocos lujos que uno pudo darse, pero a todas luces, indispensable.

- “Marchando una de Ayran y una de Mercimek!”: No tengo como costumbre repetir restaurante alguno en mis viajes. No obstante, he de decir que esta vez cumplí lo de que las reglas están para romperlas. Si uno hace la indispensable e ineludible ruta a pie que va desde la zona de Santa Sofía-Sirkeci-kadikoy-Eminou-Puente Galata-Torre Galata, también realizable a lomos del tranvía para aquellos que no son amigos de las caminatas, y sigue tirando hacia Taksim ( la intución tira hacia arriba), pronto se encontrará con una plaza llamada “plaza del Tunel” o Tunel Meydani de la cual parte el tranvía ( este a la antigua usanza) dirección plaza de Taksim. He aquí donde se encuentra el restaurante Konak: Que no os engañen las apariencias; aun pareciendo un restaurante de corte medio-alto, esconde una de las cartas más asequibles de Estambul a excepción de la comida rápida Turca. Os recomiendo que entreis, os acomodeis en el comedor del segundo piso, y probeis el Yogourt aguado o agua de Yogourt Ayran que se bebe mientras se come y la estupenda sopa de lentejas con una pizca de menta y limón llamada Mercimek Corbasi.
No sé por que razón, pero después de beber el Mercimek, me pareció enterder mejor este universo Estambulí y sus gentes. Indispensable. Para mí, fue doblemente indispensable puesto que repetí…

- Sin poner los 5 sentidos al cruzar la calle: Tal cual. Parece que hay una conjura en contra del peatón. Ya puedes ser ciego, llevar un carrito de bebé, y posarte sobre el mayor paso de cebra de la humanidad, que conductor alguno te cederá el paso. En dicha conjura
también ha tomado parte el ministerio de fomento Turco y la oficina de movilidad de Estambul que han dispuesto un paupérrimo numero de pasos de cebra por toda la cuidad. No solo en el Serengeti se toman en serio eso de la ley del más fuerte…

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