martes, 24 de noviembre de 2009

Diyarbakir...campamento base en nuestro Kurdistan

Mujeres Kurdas cuidando sus niños

Una nueva generación Kurda junto a la Muralla de Diyarbakir

Callejuelas dentro del casco antiguo de Diyarbakir


Vista desde la muralla de Diyarbakir


Lo que vimos en sala de espera del aeropuerto internacional de Atatürk ya empezó a darnos buen rollo. Una vez dejado atrás todas las manadas de turistas nuestra preciosa Estambul, nos encontrabamos esperando a embarcar en el vuelo de Onur Air con destino a Diyarbakir...eramos los unicos "turistas"...y eso quisieramos o no...eso nos gustaba. Y es que cualquiera que haya salido de Estambul (más alguna zona del Egeo o Capadocia) sabe de lo que estamos hablando. Existe un abismo tanto económico como sociocultural entre la antigua Bizancio y el resto de Anatolia. Diyarbakir y Estambul parencen dos islas, dos islas de países diferentes.Dos islas en épocas diferentes.

Curiosamente, los velos de las mujeres eran de unos estampados de color más alegre, y aunque nuestro turco era nulo, la lengua parecia diferir de aquel que Atatürk tanto quiso expandir por toda la Anatolia. El vuelo transcurrió con total normalidad mientras Turquía resbalaba antes mis ojos por la ventanilla del ya entrado en horas de vuelo, Mcdonnel Douglas.

La normalidad quedó interrumpida cuando vimos el aeropuerto de Diyarbakir repleto de aviones de guerra,¿acaso se trataba de un aeropuerto militar?. Entonces nos dimos cuenta que Irak no está muy lejos del lugar y del constante y desigual toma y daca entre Ankara y el PKK. Diyarbakir no solo fue campamento base para nosotros... De todos es sabido la estrecha relación que se ha forjado entre Turquía y Estados Unidos las últimas decadas, pues bien, que sepais que muchas de las operaciones tanto militares como de inteligencia, que realiza el Tio Sam en Irak tienen base en Diyarbakir. Si a esto le añadimos el conflicto Kurdo y el PKK versus Estado Turco y su caracter militar, pues el resultado es un tráfico incesante de aviones de guerra por los cielos de Diyarbakir. Al principio os sorprendereis, al final ni los oireis...forman parte, como las llamadas a oración, del paisaje Kurdo.

Nada más llegar tomamos un taxi, y nos dirigimos hacia la zona que la Lonely Planet califica como "zona de Hoteles", entre las calles Inonü y Kibris. Despues de analizar las opciones, nos quedamos con el Hotel Balkar( que por cierto, está al lado de la segunda muralla más larga del mundo , después de la de China), 40$ por una habitación decente y desayuno incluído tuvieron la culpa. La tarde la dedicamos a deambular por las estrechas calles de la cuidad y visitar la mezquita. Las calles parecen dar a entender que han sido testigo de mucho sufrimiento...pero el Kurdo nos ofrece un primer asombro por nuestra presencia, y una posterior sonrisa, complice de una cálida bienvenida.
Os recomiendo recorrer el zoco y la mezquita, y visitar un par de caranvansares que hay en la calle Gazi, donde uno puede imaginarse a comerciantes ospedados en la época de la Ruta de la Seda.As´mismo, es posible darse un paseo por encima de la muralla que rodea la parte vieja de la ciudad. También os recomiendo un restaurante que aparece recomendado en la guía de la Lonely Planet Turquía.

Diyarbakir no será lugar bonito para nuestros ojos, no obstante, si la visitamos con calma y con esos mismo ojos bien abiertos, podremos comprenderla y poquito a poquito, nos llegará a conquistar para siempre.










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